Mira hijo, esa es la luna, ves que bonita?

Pues ese es el problema de la educación occidental.

Nuestra madre o padre o maestros no nos dan ni la más mínima oportunidad.

A ese disco brillante en la noche hemos decidido llamarle luna y a los que están aprendiendo nos permitimos decirles como es, antes de que tengan tiempo de observar y llegar a conclusiones propias.

Problema resuelto,todos los nuevos tienen ya el instrumento necesario para comunicarse y continuar por siempre hablando de cosas que no entienden porque nadie les enseñó a observarlas desde una actitud pura o no contaminada por la tradición.

Así que basicamente lo que aprendemos es que en cada caso tiene que haber alguien que nos diga que es cada cosa y como es.

Es la producción en serie del creyente, aunque luego cada uno decida adoptar cualquiera de las acepciones del creyente como por ejemplo el ateo sin más.

Más tarde vamos aprendiendo que las cosas que hacemos decimos o pensamos tienen que convenirnos.No pueden estar en contra de lo nuestro y deben respetar la norma.

Así que no es de extrañar que un individuo adulto llegue a una situación de egocentrismo tal,que cosas muy comprensibles para un niño al que sus mentores no hayan tenido la oportunidad de maniatar mentalmente,resulten imposibles de comprender para un individuo «consolidado».

Es por eso por lo que en general en occidente los niños parece que tengan más capacidad de aprender que los mayores sin darnos cuenta que es que es así,para poder seguir aprendiendo hay que mantener siempre viva la mente de aprendiz o niño, que no es exclava de nada anterior.

La cosa pasa a mayores cuando entramos en el reino de los procesos mentales porque por la misma regla de tres,cada cual tiene que aprender del mentor de turno como sentir en cualquiera de las experiencias a que se enfrenta y como reflexionar sobre las sensaciones a que esas experiencias dan lugar.

Es a partir de ahí que surgen los problemas en nuestra sociedad,Un cierto día el individuo objeto de educación decide actuar por su cuenta y de repente se dá cuenta de que las cosas no son como le habían explicado y comienzan las tensiones entre quienes descubren que las cosas no son como la antigua tradición se empeña en mantener y los guardianes de la misma.

Mientras el mentor sea del tipo que impide al «nuevo» vivir la experiencia con una mente pura ( de aprendiz ) ni el individuo ni la sociedad evolucionan,

Es decir el dicho de que «sabe más el diablo por viejo que por diablo» es la mayor de las paridas inventadas por los retrógados.

El tiempo no es jamás condicionante del nivel de experiencia.Esto es más fácil de entender cuando se sabe a partir de la física relativista.que el tiempo no tiene valor universal y depende del marco de referencia relativo.El marco de referencia de una sociedad retrógrada no es el marco de referencia de una sociedad avanzada y el grado evolutivo es inversamente proporcional al grado de ataduras mentales de cada marco de referencia social.

Brahmason

Published in: on noviembre 27, 2009 at 11:20 am  Deja un comentario  

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