Menos incluso de lo que era previsible .
Es la falsa cara dulce del tsunami en Fukushima . Es un crecimiento obligado temporal .
Pero esto es un movimiento para recuperar niveles patrimoniales , no para incrementar riqueza .
La cara real o amarga es que esta recuperación de los efectos de Fukushima , se hace a costa de un incremento de la deuda y esta deuda tal como es tradicional en Japón será absorbida por inversores locales , particulares y corporativos , con lo que el lastre ya tremendo de la deuda japonesa en inversores locales llegará a proporciones inmanejables que condicionarán más si cabe el consumo .
Como además Japón seguirá comprando deuda soberana en dólares y euros para mantener el yen bajo , la presión sobre el yen va a aumentar a niveles de histeria , porque los mercados conocedores de que esta es la única posible política de Japón siguen apostando porque el yen , dada la política japonesa , sólo puede revalorizarse .
Es la ceguera generalizada de la especulación institucional frente a la ceguera de los especuladores internacionales . Menudo drama en cualquier momento .
Brahmason
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