Incluso cuando se observan colectivos supuestamente familiarizados con el budismo se observa una cierta confusión en cuanto a los objetivos que la meditación persigue y las distintas opciones meditativas disponibles.
Para un budista la meditación no puede ser sino un instrumento que ayuda a la iluminación sea de forma gradual o inmediata , por mucho que en algunos lugares se venda como instrumento aplicable a resolver problemas de orden material.
La iluminación no es sino el despertar de la consciencia a la realidad total y por tanto significa trascender lo que estamos acostumbrados a llamar realidad como consecuencia de la limitación perceptiva de nuestros sentidos.
Un maestro budista sabrá discernir el estado en que un potencial meditador se encuentra y en consecuencia que camino le conviene elegir.
En general el problema básico del ser humano es la falta de concentración que sume al individuo en un verdadera vorágine de pensamientos y reacciones descontroladas que tienen que ver con nuestros intereses , expectativas y frustraciones , en la confrontación con las experiencias del día a día.
Es por eso por lo que en la práctica salvo excepciones , el proceso comienza con sesiones dirigidas a controlar la mente y conseguir una mente en calma y serena.
La meditación en la respiración es el onstrumento para esa etapa.
La mente en calma y serena se evidenciará sobre todo cuando se produzcan experiencias fuertemente negativas o aquellas que tienden a producir estados de euforia.
Es verdad que esa nueva situación tiende a producir efectos positivos de orden material , pero un budista ni siquiera se lo plantea . Si se lo pantease jamás podría avanzar hacia el siguiente paso que es el estado de "mente pura".
Para acceder al estado de mente pura es necesario practicar la disciplina moral ( sila ) y combinarla con el discernimiento ( prajna ) que analiza la influencia de nuestro cuerpo , sensaciones , estados de la mente y objetos mentales , a la hora de percibir la naturaleza de las cosas y los fenómenos.
La disciplina moral se acaba por precisar mejor con la ayuda de "prajna" y su práctica facilita reciprocamente una mayor penetración en el desarrollo del discernimiento.
La atención y la concentración son compañeras inseparables de este viaje.
Desde la mente pura la liberación de la mente de las ataduras y condicionamientos de los sentidos , es posible mediante " samathi " en cualquiera de sus fórmulas.
Con " samathi " trascendemos le "nivel de absorción " o ruptura con la mente ordinaria y accedemos a cuatro niveles superiores de cionsciencia que sin embargo se mantienen vinculados a lo material.
Más adelante y dependiendo del objeto que utilicemos para la concentración , podemos acceder a cuatro niveles ( del 5º al 8º ) que trascienden ya lo material y se vinculan a lo espiritual o exterior al mundo de las formas.
El noveno nivel o nirodah es el de la iluminación.
En realidad es como ir abriendo diferentes puertas ( cuatro para ser exactos ) que nos permiten acceder a un nivel de consciencia superior desde el que nuestra percepción supera la de nuestros sentidos y nos permite comprender una mayor parte del todo.
El "zazen" y los "koans" son los instrumentos adecuados para romper el muro que nos separa de la totalidad .
En posteriores entradas plantearemos con mayor detalle los distintos tramos o fórmulas meditativas.
Brahmason